¿Cómo mantener comportamientos de salud a largo plazo?

Por Dominika Kwasnicka, SWPS University, Polonia, y University of Melbourne, Australia.

El objetivo final de los programas de promoción de la salud es promover un cambio duradero y los profesionales de la salud pueden desempeñar un papel y ayudar a los pacientes a mejorar sus resultados de salud y mantener ese cambio de comportamiento. Sabemos que el cambio de comportamiento en salud es difícil de iniciar y puede ser aún más difícil de mantener a largo plazo. Una gran pregunta en psicología de la salud es por qué el mantenimiento es tan difícil.

Para responder a esta pregunta, nuestro grupo analizó las teorías que explican cómo cambian las personas y, posteriormente, mantienen cambios positivos en la salud, como dejar de fumar y volverse más activo. Identificamos 100 teorías que explican cómo las personas cambian su comportamiento y mantienen esos cambios. La buena noticia para las personas que promueven la salud es que se pueden resumir 100 teorías en cinco temas clave que deben abordarse para lograr este cambio duradero.

  1. Mantener la motivación es importante cuando comenzamos un nuevo comportamiento de salud, como unirnos al gimnasio, comenzar a correr, comer de manera saludable o evitar la comida rápida o el consumo excesivo de alcohol. No es sorprendente que nuestra motivación también sea crucial para establecer un cambio de comportamiento duradero. La motivación fluctúa con el tiempo y para mantener nuevos comportamientos de salud, necesitamos idear estrategias efectivas para mantener un nuevo comportamiento de salud incluso cuando la motivación disminuye. Se puede hacer, por ejemplo, con la planificación de lo que se podría hacer cuando te enfrentas a barreras potenciales. Por ejemplo, al establecer un plan que “cuando llueva a cántaros fuera, haré ejercicio en casa en lugar de ir al gimnasio o correr”.
  2. La autorregulación implica vigilar lo que haces. Controlar su comportamiento es importante para identificar si su comportamiento actual necesita cambiar y para que pueda cambiarlo activamente, si es necesario. Por ejemplo, para saber si su nivel de actividad física es un problema, debe ser consciente de lo activo que es todos los días. Puede usar una aplicación de teléfono móvil para ver cuántos pasos realiza cada día o puede anotar cuántos minutos está activo todos los días, observando la intensidad de la actividad. Las pautas de la Organización Mundial de la Salud dicen que necesitamos aproximadamente 30 minutos de actividad física de intensidad moderada-vigorosa cada día, y si se da cuenta de que está muy lejos de estas pautas, entonces debe planificar cómo cambiarla para mantener una actividad regular, es decir, especificando cuándo, dónde y cómo hará esos cambios.
  3. Los recursos, incluidos los psicológicos y físicos, son importantes para el mantenimiento del cambio de comportamiento de salud. Por ejemplo, es difícil mantenerse saludable (hacer ejercicio, comer bien) cuando uno se siente perezoso, cuando está estresado, con poca energía o si apenas ha dormido la noche anterior. Se necesitan abundantes recursos psicológicos para mantener comportamientos de salud, lo que significa sentirse lleno de energía, descansado y no estresado. Los recursos físicos también son importantes; necesitamos construir una infraestructura a nuestro alrededor para vivir saludablemente. Por ejemplo, no podemos comer bien si no tenemos fácil acceso a alimentos saludables y no podemos tomar medicamentos, si simplemente no podemos acceder a ellos. Los recursos psicológicos y físicos aseguran que podamos mantener estilos de vida saludables.
  4. Hábitos: todos hablan de hábitos y las personas comunes los entienden de manera ligeramente diferente a los psicólogos. Para un psicólogo de la salud, las asociaciones de hábitos se desarrollan cuando, en respuesta a una situación específica, alguien constantemente hace algo que logra resultados deseables. Los malos hábitos, como fumar o comer a altas horas de la noche, son difíciles de cambiar, ya que pueden convertirse en nuestras opciones predeterminadas que surgen naturalmente y sin pensar. Para mantener el cambio en el comportamiento de la salud, necesitamos romper los malos hábitos y dar forma a los buenos, y la psicología nos brinda excelentes soluciones prácticas sobre cómo hacerlo. Los nuevos hábitos positivos generalmente tardan en formarse y los viejos tardan en desaparecer. Una técnica popular de cambio de comportamiento para desarrollar el hábito es controlar las señales (lo que causa el comportamiento particular) y responder con el mismo comportamiento a las mismas señales en el mismo contexto.
  5. Finalmente, nuestro entorno, el lugar donde estamos y las personas que nos rodean, deben ser de apoyo para que mantengamos comportamientos de salud positivos. Cuando cambiamos nuestro comportamiento, a menudo necesitamos cambiar nuestro entorno o reestructurarlo. Las personas que nos rodean son una parte importante de nuestro entorno. La familia, los amigos y las personas con quienes pasamos tiempo tienen un impacto en lo saludables que estamos. Pueden ayudarnos a mejorar al alentarnos o ser nuestros modelos a seguir, pero también pueden tener un impacto negativo al incitarnos a fumar cigarrillos y beber bebidas alcohólicas con ellos. No recomendamos que dejes de pasar tiempo con sus amigos que están inactivos, que beban alcohol, fumen y coman alimentos poco saludables. Le recomendamos que comparta sus planes de salud y tome una decisión activa para no ser presionado por otros. Por ejemplo, decir no a esa tercera porción de pastel.

 ¿Cómo inspira a sus pacientes no solo a cambiar lo que hacen sino también a mantener nuevos comportamientos de salud a largo plazo?

Recomendaciones prácticas

  1. Mantente motivado: es más fácil decirlo que hacerlo. Pregúntele a su paciente por qué quiere cambiar y mantener un nuevo comportamiento de salud, mencione el éxito anterior u otras personas que tuvieron problemas pero tuvieron éxito.
  2. Controlar: aliente a sus pacientes a autorregularse y vigilar lo que hacen, por ejemplo, controlar y regular el sueño, la actividad, la dieta y el uso de sustancias.
  3. Todos necesitan recursos: asegúrese de que sus pacientes tengan lo que necesitan para tener éxito en términos de recursos psicológicos y físicos, por ejemplo, durmiendo lo suficiente y abasteciéndose de alimentos saludables.
  4. Trabajar en los hábitos: tener buenos hábitos es el mejor predictor del cambio de comportamiento de salud duradero. Con el fin de desarrollar buenos hábitos, su paciente puede formar un plan “si-entonces” vinculando señales con acciones, por ejemplo, si veo mis zapatillas para caminar en la puerta, saldré a caminar.
  5. El entorno debe ser de apoyo: su paciente debe integrarse en un entorno de apoyo con acceso a recursos y personas que brinden apoyo. Es bueno verificar con el paciente si el lugar donde vive y trabaja es favorable para su cambio de comportamiento, si no es así, ¿cómo podría mejorar? Además, su paciente podría comunicarse con familiares y amigos para obtener ayuda en el cambio de comportamiento duradero.