Egon Dejonckheere y Peter Kuppens, KU Leuven, Bélgica.
Muchas formas de asesoramiento y psicoterapia siguen teniendo lugar predominantemente dentro de la sala de terapia. Sin embargo, una vez que los pacientes salen de la sala de terapia, a veces tienen dificultades para en frentarse a sus retos, aprovechar las oportunidades para mejorar y poner en práctica lo aprendido en la sesión. La evidencia demuestra que la práctica terapéutica puede beneficiarse enormemente en caso de tener acceso directo a la información sobre lo que ocurre en la vida cotidiana de las personas. Esta información puede identificar formas de intervenir y cerrar eficazmente la brecha entre las sesiones de asesoramiento y la vida real.
La ubicuidad actual de los teléfonos inteligentes, los rastreadores de actividad y otros dispositivos móviles abre interesantes oportunidades en este sentido. Esto abre el camino para que los asesores obtengan información sobre las rutinas diarias de sus clientes, y complementa los recuerdos de los clientes sobre su vida en las sesiones de terapia. El uso de la tecnología móvil entre sesiones proporciona a los terapeutas un flujo directo y continuo de información sobre las experiencias de la vida real de las personas, y puede mejorar las posibilidades de intervenir en ellas.
En lo que respecta a la evaluación, los terapeutas pueden utilizar la tecnología móvil para que los pacientes informen repetidamente sobre sus experiencias momentáneas de síntomas relevantes o fortalezas personales tal y como suceden en la vida diaria. En las denominadas plataformas de muestreo de experiencias, los profesionales pueden diseñar encuestas breves que se adapten a las quejas o necesidades específicas de cada cliente. Cuando los pacientes rellenan estas encuestas, proporcionan a los terapeutas un flujo de información muy detallado sobre la vida del paciente en el momento, el cual resulta menos confuso por posibles sesgos de memoria.
Una plataforma de muestreo de experiencias disponible gratuitamente es m-Path, que hemos desarrollado en los últimos años. Las aplicaciones de muestreo de experiencias como m-Path pueden utilizarse para contar la frecuencia de los comportamientos debilitantes (por ejemplo, episodios de atracones, ataques de pánico, intrusiones o compulsiones, rituales de autolesión, etc.), detectar patrones temporales (por ejemplo, los sentimientos depresivos del cliente suelen alcanzar su punto álgido por la mañana, pero se aclaran durante el día) u obtener información sobre los antecedentes y las consecuencias de las quejas propias (por ejemplo, los niveles de ansiedad del cliente suelen aumentar durante las interacciones sociales). En su papel de científico-practicante, el terapeuta puede analizar y resumir estos datos en gráficos y cuadros intuitivos antes de una sesión. Durante el encuentro real, el terapeuta puede transmitir al paciente los patrones establecidos. Este enfoque permite a los terapeutas afinar sus diagnósticos y poner en contexto las quejas del paciente. Asimismo, la tecnología móvil también facilita el seguimiento del proceso a lo largo de toda la terapia. En este caso, los terapeutas también pueden evaluar de cerca los efectos del tratamiento (por ejemplo, el seguimiento rutinario de los resultados), ya que reciben información inmediata sobre la eficacia de sus intervenciones y pueden ajustarlas a su debido tiempo en caso de que el cliente no se encuentre bien.
Desde el punto de vista terapéutico, las tecnologías móviles también pueden ofrecer ventajas, que se sitúan en dos niveles. En primer lugar, evaluar, etiquetar e informar sobre las dolencias propias puede potenciar la sensación de empoderamiento de los pacientes, ya que el simple hecho de prestar atención a las fluctuaciones de los síntomas y sus causas fomenta la comprensión y la capacidad de afrontamiento. Del mismo modo, discutir mutuamente los patrones y regularidades del estado de ánimo o de los síntomas durante las sesiones de asesoramiento puede reforzar la alianza entre el paciente y el profesional. En segundo lugar, la ayuda de la tecnología móvil en la terapia también puede ser más directa. Los recordatorios móviles y automáticos en la vida cotidiana sobre los ejercicios discutidos durante una sesión de asesoramiento aumentan la adherencia terapéutica del cliente entre las reuniones (por ejemplo, el cliente recibe un recordatorio diario para completar los ejercicios de relajación discutidos). Además, muchas aplicaciones con estas denominadas intervenciones adaptativas “justo a tiempo” también proporcionan ejercicios basados en la evidencia para una creciente variedad de dolencias psicológicas (por ejemplo, exposición, ejercicios de respiración, clips de atención plena, etc.). Como los clientes suelen llevar su dispositivo móvil a todas partes, pueden consultar y probar estos ejercicios con el simple toque de un dedo. De este modo, los asesores no sólo valoran su impacto terapéutico más allá de la sala de asesoramiento, sino que también tienen información en tiempo real sobre el uso y la eficacia de las intervenciones (por ejemplo, ¿los ejercicios de relajación realmente mitigan los niveles de estrés del cliente?)
En resumen, la ayuda de la tecnología móvil en la terapia tiene un potencial prometedor, tanto desde el punto de vista de la evaluación como del terapéutico. En términos de eficacia, la evaluación en la vida real a través de dispositivos móviles proporciona a los consejeros información detallada del caso y permite un seguimiento continuo del progreso. En cuanto a la eficiencia, la recogida de información en la vida cotidiana crea un espacio para otras prácticas terapéuticas dentro de las sesiones de asesoramiento. Del mismo modo, los clientes ya pueden supervisarse a sí mismos antes de que comience la terapia real, creando una valiosa información de referencia para los clínicos y reduciendo las listas de espera. En cuanto a las intervenciones terapéuticas, hay muchas aplicaciones disponibles en la tienda de aplicaciones para que todo el mundo las utilice. No obstante, cuando se propongan aplicaciones móviles (de autoayuda) a un cliente, hay que asegurarse de examinar si tienen una base científica y si cumplen con las normas de privacidad aplicables.
Recomendaciones prácticas
– Personalizar siempre que sea posible. Cuando evalúe el estado de ánimo o los síntomas de los clientes de forma repetida en la vida diaria, asegúrese de que la encuesta y el programa de evaluación estén adaptados.
– Mantener la sencillez. No haga que las encuestas repetidas sean demasiado largas ni que la frecuencia de las evaluaciones sea demasiado alta. Si el protocolo es demasiado pesado, los clientes no lo cumplirán.
– Pruébalo tú mismo. Hay muchas aplicaciones terapéuticas en el mercado, pero no todas están respaldadas por la investigación científica. Antes de recomendar una aplicación a un cliente, asegúrate de haberla probado tú mismo e investiga si está basada en la evidencia. Además, compruebe si la aplicación almacena la información sensible de forma protegida y privada. Algunos países ofrecen listas o recomendaciones sobre aplicaciones de salud mental, como por ejemplo en el Reino Unido, Europa o Estados Unidos.
– Echa un vistazo. Antes de la sesión, tómate el tiempo suficiente para inspeccionar los datos recogidos por el cliente. Muchas plataformas guían a los terapeutas en su análisis, con cuadros de mando intuitivos que ofrecen diversos gráficos o tablas.
Traducido por Luis García-González y Alberto Aibar Solana
