Por Gerjo Kok, Maastricht University, Paises Bajos; University of Texas at Houston, EE.UU.
Actualmente existen una amplia gama de campañas e intervenciones orientadas a mejorar la salud pública y cambiar las conductas relacionadas con la salud, pero muchas de ellas no se basan en la teoría ni en la evidencia. Este post tratará de describir brevemente los procesos que los psicólogos de la salud llevan a cabo cuando desarrollan intervenciones, y destacar cómo estos se diferencian (y mejoran) procesos similares que se realizan en cualquier otro sitio.
Pasos
La planificación de intervenciones de cambio de comportamiento es un proceso que se desarrolla paso a paso, que puede implicar habitualmente dar dos pasos hacia adelante y un paso hacia atrás. Esto es de gran importancia, ya que cada paso se basa en los pasos anteriores, y la falta de atención a un paso puede conducir a errores y decisiones equivocadas en pasos siguientes. El protocolo denominado Mapeo de Intervención (MI) establece seis pasos en el desarrollo de una intervención que ayuda a quien lo planifica a crear una intervención basada en la teoría y la evidencia:
Paso 1: Evaluación de necesidades
En este paso, un grupo de planificación, que consta de todas las partes involucradas, incluida la población destinataria, partes interesadas, expertos, investigadores y personas que van a implementar la intervención, evalúan el problema. Esto incluye identificar las causas conductuales y ambientales del problema, así como los determinantes de estas cusas conductuales y ambientales. Estas “piezas” se pueden representar a través de un modelo lógico del problema, como se muestra de forma simplificada a continuación, en relación a la prevención del ITS/VIH en adolescentes, que ofrece una imagen clara de cómo encajan las distintas piezas.
Paso 2: Identificando objetivos
Una vez que el problema y sus causas están claramente definidos, también se pueden definir los resultados esperados del programa y los objetivos específicos del mismo. Esto incluye especificar cómo se deberán modificar los determinantes de los comportamientos de los individuos y los agentes de los entornos (responsables de la toma de decisiones) con el objetivo de mitigar el problema. Por ejemplo, a partir del modelo lógico anterior, para promover el uso del preservativo entre los adolescentes, la intervención debería aumentar la percepción del riesgo así como aumentar la efectividad percibida de los preservativos para reducir la percepción de riesgo. La intervención debería influir también sobre la pareja directamente, si es posible, en combinación con la mejora de la autoeficacia en la negociación de los adolescentes. Finalmente, dependiendo de las normas sociales existentes, se puede facilitar el acceso a los servicios de planificación familiar.
Paso 3: Diseño de la intervención
Se ha de diseñar una intervención coherente y ejecutable. Se seleccionan los métodos de intervención basados en la teoría y las aplicaciones prácticas para cambiar (los determinantes de) el comportamiento, y se generan los temas del programa, los componentes, el alcance y la secuencia. El MI distingue los llamados métodos (o técnicas) de cambio de comportamiento que han demostrado ser efectivos para cambiar los determinantes del comportamiento y/o las causas ambientales. Por ejemplo, la percepción del riesgo puede aumentarse mediante información de riesgo basada en escenarios. La autoeficacia puede mejorarse mediante el modelado y la retroalimentación. La promoción y la presión pueden influir en la toma de decisiones a nivel de política sanitaria. Todos estos métodos de cambio requieren una traducción en aplicaciones prácticas, teniendo en cuenta la teoría y los parámetros basados en las evidencias. Por ejemplo, para modelar: el alumno se identificará con un modelo, el alumno observará que ese modelo tiene un refuerzo asociado, el alumno tiene suficiente autoeficacia y habilidades para la acción, y el modelo sirve como modelo cercano en vez de modelo ideal.
Paso 4: Desarrollo de la intervención.
Esta es la producción real del la intervención. La estructura del programa se refina, y los mensajes y materiales se redactan, se prueban y se producen. Para el ejemplo anterior, se desarrolló, implementó y se demostró de forma repetida que el programa holandés “Long Live Love” promueve el sexo de forma más segura entre los adolescentes en las escuelas.
Paso 5: Plan de implementación
Se genera un plan de implementación del programa. Se identifican los posibles usuarios del programa, se especifican los objetivos de rendimiento y de cambio comportamental para la aplicación del programa, y se diseña de nuevo la implementación de las intervenciones siguiendo los pasos del MI. Para el ejemplo anterior, la intervención se dirigió a los adolescentes de 14-15 años de las escuelas. La implementación de la intervención se enfocó hacia la diseminación por las escuelas, la aceptación por parte de los directores de los centros y los docentes, la correcta implementación por parte de los docentes y por último la institucionalización de la intervención por parte de los directores de los centros y los consejos escolares.
Paso 6: Evaluar la efectividad del plan
Desarrollar una intervención no es el final del camino. También es importante evaluar si una intervención ha logrado sus objetivos (es decir, la evaluación de la eficacia) y si la intervención se implementó o no según lo previsto (es decir, evaluación del proceso). Las actividades para los pasos 5 y 6 deben comenzar lo antes posible en el proceso de planificación. La información de estas evaluaciones se puede utilizar para mejorar y refinar las intervenciones, yendo y viniendo entre estos pasos 5 y 6.
Perspectivas abiertas
La planificación de intervenciones de cambio de comportamiento siempre deben:
(1) Usar las teorías del comportamiento y la evidencia como fundamentos;
(2) Adoptar un enfoque ecológico para evaluar e intervenir en problemas (de salud) y;
(3) Asegurarse de que participen los agentes en las comunidades objetivo y todas aquellas partes interesadas relevantes.
Una persona con un problema de salud es parte de un sistema, al igual que es la posible solución para su problema de salud. Por lo tanto, una participación amplia en los diferentes niveles de un sistema puede aportar una mayor cantidad de habilidades, conocimientos y experiencias en un proyecto y puede mejorar la aplicación de la intervención en entornos reales así como mejorar la forma de evaluación de la intervención.
Procesos principales
El MI también sugiere una serie de “procesos principales” que son acciones clave para aplicar la teoría y la evidencia: plantear preguntas, intercambiar ideas, revisar hallazgos empíricos, acceder y usar la teoría, identificar y abordar la necesidad de nuevas investigaciones y finalmente formular una lista de respuestas.
Especialmente, el proceso para acceder y aplicar la teoría es el desafío para el que los psicólogos de la salud están especialmente capacitados. Al buscar evidencias en la literatura científica sobre el tema, la persona que planifica el programa encontrará ideas teóricas, así como conceptos que deben estar vinculados a las teorías. Por último, la personas que planifican estas intervenciones pueden usar también teorías con las que están familiarizados, como por ejemplo la teoría del comportamiento planificado para establecer los determinantes del comportamiento o las teorías de autorregulación para cambiar el comportamiento.
Recomendaciones prácticas
- Cada grupo de planificación para una intervención de cambio de comportamiento debe tener un experto en Ciencias del comportamiento como uno de sus miembros, por ejemplo, un psicólogo de la salud bien formado y preparado.
- Al desarrollar intervenciones para cambios comportamentales, usa la teoría y la evidencia, adopta un enfoque sistémico y mejora la participación en la intervención.
- La planificación de intervenciones de cambio de comportamiento es un proceso a realizar paso a paso, en el que cada paso se basa en otro anterior. El protocolo de MI puede ayudar a las personas a seguir estos pasos.
- Los procesos centrales pueden ayudar al psicólogo de la salud a encontrar respuestas teóricas para las preguntas de la planificación.
- Son particularmente relevantes para la planificación de intervenciones: identificar determinantes del comportamiento importantes y modificables, tener en cuenta los parámetros teóricos que hace que los métodos de cambio sean efectivos, y estar seguro de que la intervención se implementa como está planificada.
Traducido por Luis García-González y Alberto Aibar Solana.